Fráses célebres de Albert Einstein.

Al principio todos los pensamientos pertenecen al amor. Después todo el amor pertenece a los pensamientos.

El misterio es la cosa más bonita que podemos experimentar. Es la fuente de todo arte y ciencia verdaderos.

La formulación de un problema es más importante que su solución.

Tendremos el destino que nos hayamos merecido.

Si no puedo dibujarlo, es que no lo entiendo.

No hay cosas sin interés, tan sólo personas incapaces de interesarse. Al que no posee el don de maravillarse ni de entusiasmarse más le valdría estar muerto, porque sus ojos están cerrados.

El mundo no está en peligro por las malas personas sino por aquellas que permiten la maldad.

Las proposiciones matemáticas, en cuanto tienen que ver con la realidad, no son ciertas; y en cuanto que son ciertas, no tienen nada que ver con la realidad.

Hay dos caminos para vivir tu vida, pensando que nada es un milagro o pensar que cualquier cosa es un milagro.

Nunca pienso en el futuro. Llega enseguida.

La cosa más incompresible del mundo es que sea comprensible.

Juventud, ¿sabes que la tuya no es la primera generación que anhela una vida plena de belleza y libertad?